Elevar una oración a la madre de Dios puede ser de gran beneficio para las almas que se encuentran afectadas y tristes aunque no solo para pedir un favor se debe rezar. También puedes hacerlo como agradecimiento y alabanza a la madre.
La Medalla de la Milagrosa es una expresión física de lo que vio Santa Catalina Labouré, cuando fue visitada por la Virgen María quien le indicó que plasmara la forma en que estaba percibiéndola.
¿Cómo hacer la Novena de la Medalla Milagrosa?
Hacer una novena a la Medalla de la Milagrosa es muy sencillo pues fundamentalmente se siguen los mismos pasos que en todas las oraciones de este tipo.
Para que tengas muy claro cómo debe hacerse, te damos el paso a paso a continuación:
- Inicia con la señal de la cruz.
- Se recomienda hacer el rezo del Santo Rosario antes de la novena, pero esto no es una condición por lo que puedes rezar el Rosario en otro momento del día.
- Realizar la Oración de Inicio de la novena.
- Hacer la petición por la que realizas la novena.
- Leer la oración y reflexión de cada día.
- Rezar 3 veces el Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
- Haz la jaculatoria
- Reza la Oración final.
Novena de la Medalla Milagrosa
La manera exacta de rezar la novena es siguiendo el orden que te presentamos a continuación:
Día 1
Oración de Inicio:
Inmaculada Madre de Dios y madre mía,
que nos entregaste tu Medalla,
Y te has mostrado dispensadora
de todas las gracias del cielo.
Acudo a ti reconociendo mi indignidad
para merecer tu protección
pero al ver tu imagen con los brazos abiertos
recurro a ti para que me concedas
la gracia que aquí te presento.
Amén.
- Presenta tu petición.
Oración del día:
María aceptó con amor
la tarea que le dio Dios,
Primero escuchó al ángel
y entendió su misión.
Ella se entregó por completo
a Nuestro Señor
y su vida la puso en sus manos sin miedo,
María Madre es el ejemplo
que debemos seguir en cuanto a la fe
así como confiar
en Nuestro Padre sin miedo,
aún con los ojos vendados,
pues Él nos traerá la gracia.
Amén.
- Rezar 3 Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
- Haz esta jaculatoria:
“Oh María, sin pecado concebida,
ruega por nosotros que recurrimos a ti”
Oración final:
Oh, María, sin pecado concebida,
ruega por nosotros
que recurrimos a ti.
¡Bendita tú entre todas las mujeres!
¡Bienaventurada tú que has creído!
tu corazón fue traspasado
junto con el corazón de tu Hijo
y ahora no cesas
de interceder por nosotros.
Amén.
Día 2
- Haz la oración de inicio
- Presenta tu petición.
Oración del día:
Nuestra Madre confió
plenamente en el Señor,
y aún después de verlo sin vida
creyó completamente en
el Salvador y su infinito amor.
Ella nos enseña a confiar
ciegamente en su amor,
aunque todo salga bien
incluso cuando las cosas salgan mal,
porque Él nos ama de verdad.
Todas las cosas que nos ocurren
deben ocurrirnos
y así seguiremos su sendero.
Amén.
- Reza 3 Padrenuestro, Avemarías y Gloria.
- Haz la jaculatoria.
- Oración final.
Día 3
- Haz la oración de inicio
- Presenta tu petición.
Oración del día
La Virgen María se dedicó a amar
así como a entender
a todos los que sufrían en vida.
Ella encarna el amor
en nuestra tierra
y nos enseña que a veces debemos
aferrarnos completamente al amor,
pues no sabemos
cómo sería nuestra vida.
Quizás podemos tener todo eso
que siempre soñamos
y solo debemos amar como María.
Amén.
- Reza 3 Padrenuestro, Avemarías y Gloria.
- Haz la jaculatoria.
- Oración final.
Día 4
- Haz la oración de inicio
- Presenta tu petición.
Oración del día:
Nuestro Padre iluminó
el camino de María
para que pudiera comprender la redención.
Ella siempre dócil se dejó iluminar
y llenar de gracia por el Espíritu Santo,
y así ella pudo comprender.
Repentinamente entendió por completo
la palabra de Nuestro Señor,
y ahora es ella la que nos iluminaría
a nosotros para comprenderla.
Amén.
- Reza 3 Padrenuestro, Avemarías y Gloria.
- Haz la jaculatoria.
- Oración final.
Día 5
- Haz la oración de inicio
- Presenta tu petición.
Oración del día:
Todos debemos sentirnos
muy dichosos y contentos,
porque María es la madre de Jesús
y así también es nuestra Madre,
y también somos hijos de Dios.
Tenemos que regocijarnos
y celebrarlos con amor,
tener presente a Jesús y María
en todo momento.
Así algún día llegaremos
al reino de Nuestro Padre
a gozar de la vida eterna.
Amén.
- Reza 3 Padrenuestro, Avemarías y Gloria.
- Haz la jaculatoria.
- Oración final.
Día 6
- Haz la oración de inicio
- Presenta tu petición.
Oración del día:
Cada religión tiene su ánima y su animus,
tiene su pensamiento
y su sentimiento.
Nuestro pensamiento es Jesucristo
y nuestro sentimiento
es Nuestra Virgen,
tenemos que aprender
a entenderlos a ambos
y de esa manera
nuestra vida será plena,
sin olvidar encomendarnos
siempre a ellos.
Amén.
- Reza 3 Padrenuestro, Avemarías y Gloria.
- Haz la jaculatoria.
- Oración final.
Día 7
- Haz la oración de inicio
- Presenta tu petición.
Oración del día:
La tarea que le fue encomendada
a la Virgen María
no solo fue la
de traer a El Salvador a la Tierra.
Ella lo crio
con todo el amor de una madre,
haciéndolo cada vez
más humano como nosotros.
De esa misma manera debemos
sentirnos desde nuestro bautismo,
totalmente humanos y conectados
con ese ser celestial que nos protege.
Amén.
- Reza 3 Padrenuestro, Avemarías y Gloria.
- Haz la jaculatoria.
- Oración final.
Día 8
- Haz la oración de inicio.
- Presenta tu petición.
Oración del día:
María nuestra Madre transmitió
la palabra de Nuestro Señor,
palabra que nos salvaría a todos nosotros.
Es un mensaje que habla,
que cuestiona y nos da ánimos
para seguir en este mundo.
Todos debemos conocer la palabra,
leerla, entenderla
y vivirla con mucho amor,
y solo así podremos
tener a Dios siempre a nuestro lado.
Amén.
- Reza 3 Padrenuestro, Avemarías y Gloria.
- Haz la jaculatoria.
- Oración final.
Día 9
- Haz la oración de inicio
- Presenta tu petición.
Oración del día:
El amor verdadero es aquel
que trae al mundo la paz,
es nuestra relación con Dios.
María nuestra Madre,
es la que ha traído paz a este mundo
así como paz a nuestros espíritus.
Fue María quien nos enseñó
lo que es la devoción,
y cómo enseñarla a aquellos
que la desconocen.
Cada uno de nuestros hogares
tendrá la paz durante siglos
pues ella nos acompaña.
Amén.
- Reza 3 Padrenuestro, Avemarías y Gloria.
- Haz la jaculatoria.
- Oración final.
¿Qué día se reza la novena?
Aunque en la religión católica no es costumbre disponer de una fecha precisa para rezar, lo que sí es cierto es que el encuentro con Santa Catalina se produjo el 27 de noviembre.
Esa fecha puede decirse que es la central de esta advocación mariana, pero no significa que solo deba rezarse en esa ocasión. Puede iniciarse la novena en los días anteriores a esa fecha de manera que pueda culminar el día 9 justo el 27 de noviembre.
¿En qué hora se debe realizar?
El pueblo católico no tiene alguna hora específica para hacer sus oraciones, como sí ocurre en otras religiones. Sin embargo, lo que se promueve es que la hora del rezo sea uno en el que puedas estar tranquilo y enfocarte en el momento.
¿Qué le puedes pedir?
A la Virgen, en cualquiera de sus advocaciones, le puedes pedir cualquier necesidad que abrigues en tu corazón, porque por ser Madre de Dios, siempre va a atender a sus hijos.
Pero es cierto que hay algunos tipos de peticiones que por costumbre se piden con preferencia. Por ejemplo. A la Virgen de la Medalla Milagrosa se le pide:
- Paciencia y perdón
- Favores relacionados con la salud.
- Protección y guía en momentos difíciles
¿Para qué sirve?
Cuando acudes a la madre de Dios a solicitarle ayuda en algún caso, debes sentir que tu oración está cargada de fe en el poder que tiene la Madre de interceder ante su hijo.
Se dice que rezar a la Medalla de la Milagrosa sirve para:
- Estar protegidos del mal.
- Iluminar el camino para que sigas el sendero de Dios.
- Para que nunca te sientas solo/a
- Para encontrar consuelo en momentos de desesperación.
- Ayudar a que tengas paciencia.
¿Por qué se hace esta novena?
La novena ha sido una oración muy seguida y realizada por cientos de devotos. El amor materno es cálido e inspira confianza, más aún cuando se trata de la madre de Dios.
Esta novena se hace precisamente porque la Virgen María te anima a confiar, a conocer a su Hijo y a ampliar la fe.
Se realiza la novena porque es parte del devocionario, así como también se hace para encontrar consuelo y un corazón que se ocupe de interceder ante el Padre por nuestras necesidades.